Toma 4: El Chon con el balón

Hoy nos ocupamos de la sangre de mi sangre, mi hermanito del alma.

Tengo multitud de razones para envidiar al Chon, ya que es mi hermano mayor y siempre ha sido un modelo para mi, pero vamos a intentar resumir un poquito y centrarnos en algunas.

Una de las razones por las que le envidio es por cómo tuvo la paciencia suficiente para aprender a tocar la guitarra el solito, sin que nadie le enseñara, sin ir a clases de nada, sin saber solfeo. Y no lo lleva en la sangre, porque poquitos artistas tenemos en la familia .... Ha sido cuestión de tesón y empeño. Sorprendente, lo envidio.

Otra cosa es el tema futbolístico. Jugamos juntos desde hace años, y el no destaca en ningún aspecto (no es rápido, no es técnico, no le pega bien al balón...) pero si el no está en el campo, el equipo lo nota muchísimo, no sacamos ni un balón, y defendemos como las niñas. Y no es cuestión de liderazgo, es ... no se como explicarlo ... Lo envidio.

Y podría seguir, pero no es plan. Mañana, más.