sábado, 26 de abril de 2008

Toma 29: El Pizzero valiente


Buceando por mis archivos, he rescatado esta foto de la boda de Iban (veáse toma 2), y me gustaría resaltar la valentía de este anónimo pizzero.

Y es que hay que tener huevos para entrar en un banquete de boda a llevar un par de pizzas sabiendo que es una tomadura de pelo para el novio. Por eso, hoy quiero mostrar mi envidia por este repartidor, valiente, constante, y sobre todo, trabajador. Anda que si fuera yo el pizzero, en cuanto veo como está el panomara, con la gente descojonada y el novio con cara de circunstancias, iba yo a tener cojones de entregarlas ... me doy la vuelta y me piro. Pero no, este tio aguantó el tirón, exigió el pago de la mercancía y se fué con la cabeza bien alta. Realmente lo envidio ... lo envidio pero no acabo de entenderlo ... a no ser que la pizzería sea suya ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Doy fe, yo estuve en aquella boda y fue real, increible pero cierto. Además lo mejor de todo fue que se comieron las pizzas, allí, rodeados de solomillos, exquisiteces y de todo lo habido y por haber de una boda. Fue muy bueno