lunes, 3 de diciembre de 2007

Toma 16: Pichirri


Pichirri, Piticli o Manolo, como la santísima trinidad, tres nombres y solo hombre. Os presento a mi primo, al que envidio por la media que tiene desde que se ha casado.

Aunque no lo queramos reconocer, todos los hombres llevamos la cuenta de nuestras actuaciones sexuales, y calculamos distintas medias: la media semanal, mensual, anual ... y empezamos la cuenta con cualquier acontecimiento señalado: la media desde el comienzo de la liga, la media del verano, la media desde la última derrota del Madrid ... pero la más importante es la media desde la boda.

Pues este mozalbete tiene una media envidiable, inconmensurable, inalcanzable ... se me llena la boca de adjetivos. Con razón no rinde luego en los partidos (es que también forma parte de mi equipito), es que las mujeres, sobre todo las recién casadas, son muy exigentes.

Hablando un poquito más en serio, lo envidio por lo duro que trabaja, por el físico envidiable que luce y sobre todo, por la fragoneta que tiene (perfecta para ir a IKEA). Ralmente lo envidio.

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